La vicepresidenta de la República, Dra. Karin Herrera, participó en el lanzamiento de la actualización del Protocolo Nacional para la Recepción y Atención de Niñez y Adolescencia Migrante en Guatemala, el cual servirá para el fortalecimiento de la protección de los derechos de los menores en situación de movilidad en el país.
La Dra. Herrera destacó la importancia de esta actualización, que ha sido validada por la Autoridad Migratoria Nacional, calificándola como un hito significativo en la protección de los derechos de las niñas, niños y adolescentes en movimiento, sin importar su nacionalidad. “La migración es un fenómeno dinámico y complejo que requiere una respuesta integral adaptada a las necesidades cambiantes de la población”, afirmó.
Durante su discurso, la vicegobernante subrayó que en lo que va del año se ha registrado el retorno de 1,907 menores no acompañados y 4,102 en unidades familiares. Esta situación resalta la urgencia de contar con herramientas adecuadas como el protocolo actualizado para minimizar la revictimización y proporcionar el apoyo psicosocial necesario para una reintegración exitosa.
De acuerdo con las autoridades, este protocolo establece una ruta clara y especializada para atender a los niños, niñas y adolescentes migrantes, asegurando la protección de sus derechos a través de varios principios rectores, tales como el interés superior del niño, la no discriminación, la unidad familiar y el derecho a la reunificación familiar. También garantiza la protección internacional y la no devolución en casos de riesgo para la integridad de los menores.
La vicegobernante concluyó su intervención destacando que la implementación de este protocolo es un compromiso de todo el Estado guatemalteco, que busca establecer una actuación interinstitucional clara y basada en un enfoque de derechos humanos. “Debemos unirnos para proteger a los más vulnerables. Este protocolo es un paso adelante, pero es solo el comienzo. Podemos hacer una diferencia significativa en la vida de los jóvenes y no permitamos que la esperanza se pierda en el camino”.
El Protocolo Nacional para la Recepción y Atención de Niñez y Adolescencia Migrante representa una articulación de esfuerzos entre varias instituciones para asegurar una atención integral y respetar los derechos de los niños migrantes durante todo el proceso de repatriación.
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