
La vicepresidenta de la República Dra. Karin Herrera, junto al ministro de Salud Pública y Previsión Social, Dr. Joaquín Barnoya y Dra. Lilian Reneau-Vernon, autoridades de la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud, lanzaron la campaña a favor de la reducción de la muerte materna y neonatal “Comienzos saludables, futuros esperanzadores”.
“Este no es un tema que se debería de tocar con naturalidad, porque los embarazos en adolescentes no son normales, no es algo que debería darse, las adolescentes deberían de estar enfocada en sus estudios, compartir con sus amigas y ver que estudiarán en el futuro, y sobre este tema es importante mencionar que el Gabinete Específico de Desarrollo Social, esta trabajando en estrategias interinstitucionales para prevenir esta lamentable realidad de embarazos en adolescente, y teniendo al frente al Ministerio de Salud en el plan nacional de prevención de embarazos en niñas y adolescentes -Planea-, que próximamente será aprobado”, aseguró la vicemandataria Karin Herrera.
Celebrar el Día Mundial de la Salud 2025, impulsando entre los líderes políticos y la comunidad sanitaria el apoyo a la aceleración de acciones para mejorar la supervivencia materna y neonatal. • Impulsar y fortalecer la colaboración intersectorial, integrando esfuerzos del sistema de salud, educación, desarrollo social y la comunidad para generar un impacto sostenible en la salud de las mujeres, los recién nacidos y sus familias.
En la Asamblea Mundial de la Salud de 2024, los gobiernos se comprometieron a acelerar el progreso en la salud materna y neonatal y a mejorar la supervivencia. Esta tarea es crucial: al ritmo actual de progreso, es probable que más de 4 de cada 5 países no alcancen las metas de mortalidad materna de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030, y 65 países no las alcancen en cuanto a la mortalidad neonatal.
Según las últimas estimaciones publicadas, cerca de 300.000 mujeres mueren cada año por causas relacionadas con el embarazo o el parto; más de 2 millones de bebés mueren en su primer mes de vida y otros 2 millones mueren por muerte fetal intrauterina.
Se necesita un impulso significativo y un compromiso político para retomar el rumbo para 2030, especialmente en entornos frágiles. Además, más allá de la supervivencia, la OPS insta a que se preste mayor atención a la salud y el bienestar de las mujeres en las Américas, incluido el período posparto, cuando muchas desarrollan problemas de salud física o mental a largo plazo que pueden tener consecuencias para toda la vida. Las enfermedades subyacentes son, a su vez, importantes factores que contribuyen a la mortalidad materna, lo que demuestra la necesidad de un enfoque más integral de la salud de la mujer que aborde las Enfermedades No Transmisible y otros riesgos. Este año, el Día Mundial de la Salud representa una oportunidad crucial para reafirmar el compromiso de la OPS y la OMS con un enfoque integral para abordar la mortalidad materna, donde se demuestre que el acceso a la anticoncepción y a los servicios de salud sexual y reproductiva respalda la capacidad de las mujeres para elegir si quedar embarazadas y cuándo hacerlo, protegiendo así su salud y reduciendo los riesgos. La magnitud de la mortalidad materna en la región de las Américas y en Guatemala muestran la profunda y persistente desigualdad observada entre los países y dentro de ellos. Según las estimaciones más recientes, en 2024 se reportó un exceso de 140 muertes maternas por cada 100.000 nacidos vivos entre los más pobres; de hecho, la mitad de todas las muertes maternas en la región se concentraron en el 22% más pobre de la población.
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