La construcción de los grandes acuerdos nacionales, sientan las bases para establecer un contrato social a través del fortalecimiento de la gobernabilidad y los fundamentos establecidos en la Constitución Política de la República, para una efectiva gobernanza.
Los acuerdos nacionales como mecanismos en la construcción de consensos se podrán implementar por medio de pactos, los cuales contemplan el acuerdo de voluntades y consensos como base fundamental para la participación ciudadana, en un Estado de Derecho para todos y todas, en una nación plural, unida e incluyente.
En ese sentido, el actual gobierno es consciente de la deuda histórica que el Estado ha tenido con los pueblos indígenas y sectores que han sido excluidos, por lo que reconoce la necesidad del compromiso de establecer un diálogo permanente con todos los sectores de la sociedad a fin de saldar dicha deuda y promover la instauración de mecanismos de coordinación entre la representación de los pueblos y el aparato gubernamental para el diseño de políticas, planes, programas y proyectos.
Acuerdo Nacional por el Desarrollo
Para lograr establecer un pacto nacional orientado al desarrollo del país, se liderará la promoción del diálogo y el consenso como herramientas de un Estado Democrático.
Según la Constitución Política de la República de Guatemala en su Artículo 140, indica que el Estado de Guatemala se rige por un sistema de gobierno, republicano, democrático y representativo. Asimismo, en los Artículos 1 y 2, establece que es deber del Estado, garantizar a los habitantes de la República, la vida, la libertad, la justicia, la seguridad, la paz y el desarrollo integral de la persona; en la búsqueda del bien común como fin supremo.
En este sentido, se requiere de una administración pública fortalecida que, mediante la formulación de políticas para el desarrollo y el impulso de la coordinación interinstitucional y los demás sectores, principalmente con la participación de la ciudadanía (Decreto Número 11-2002) logre acuerdos inclusivos y participativos para el desarrollo del país, especialmente en sus territorios.
Acuerdo Nacional de Educación
En un país multilingüe, multiétnico y pluricultural, se requiere de un sistema educativo incluyente, que responda al enfoque de derechos de todos los ciudadanos. Para esto, es necesario impulsar una reforma del sistema educativo, que garantice el compromiso de todos los sectores involucrados en la educación del país, incluyendo la formación magisterial, según lo fundamentado en los Acuerdos de Paz, específicamente en el Acuerdo sobre aspectos socioeconómicos y situación agraria.
Al comprender que la niñez es la base de toda sociedad próspera, es relevante hacer énfasis, en las intervenciones de este grupo de población como condicionante para el crecimiento y desarrollo en la adolescencia y juventud. En ese contexto, es de especial atención la cobertura de la primera infancia; fortaleciendo la permanencia en el nivel primario y ampliando la cobertura en básico y diversificado.
Acuerdo Nacional de Salud
Tomando en cuenta el enfoque de derechos y la salud como uno de ellos, se buscará avanzar hacia una atención universal integral, de calidad y gratuita. Para ello, se impulsará una reforma del sistema de salud, con un modelo incluyente, con enfoque de los cuatro pueblos, para todas las etapas del ciclo de vida, acorde al perfil epidemiológico del país.
Los acuerdos en este tema se atenderán por medio del diálogo y el establecimiento de estrategias que garanticen el acceso y los servicios de salud para toda la población, considerando como un factor relevante entretejer los avances científicos con los conocimientos ancestrales en la medicina. Fortalecer la integración de la medicina ancestral y la medicina occidental al sistema de salud, para que las prácticas ancestrales enriquezcan las iniciativas y políticas de salud.
Acuerdo Nacional de Medio Ambiente
Para Guatemala, un país megadiverso en cuanto a sus recursos naturales y además, estratégico por su ubicación geográfica, es imperativo fortalecer los mecanismos establecidos para el manejo integrado de los recursos naturales y generar los que sean necesarios para garantizar un desarrollo social y económico de manera sostenida, a partir de la gestión de las cuencas hidrográficas, el manejo y protección de los bosques y ecosistemas protegidos; asimismo, coadyuvar acciones orientadas a la adaptación y mitigación del cambio climático, reducción de riesgos, manejo sostenible de los recursos energéticos y el valor de los mismos.
En este sentido, es necesario retomar en la planificación, la protección, la conservación, la restauración, la recuperación y el mantenimiento de los recursos naturales y medio ambiente, los que inciden directamente en la calidad de vida de los habitantes y ecosistemas del país. Esto obliga a tomar acciones inmediatas y así garantizar un ambiente resiliente, tal como lo establece la Ley de Protección y Mejoramiento del Medio Ambiente (Decreto 68-86).
Bases para un diálogo constitucional
El planteamiento de cada uno de los pactos mencionados anteriormente, y otros que podrán generarse para dar respuesta a la demanda de la población guatemalteca, estarán basados en la práctica del diálogo, encaminado a la construcción de mecanismos de interlocución y consenso entre los diferentes sectores que conforman el Estado, para garantizar el ejercicio del poder político y la capacidad de un gobierno legítimo expresado en la gobernabilidad y desde un proceso de participación efectiva, pluralismo político, representatividad de todos los pueblos, instituciones transparentes, con responsabilidad, solidaridad, e inclusión para una buena gobernanza en el marco de un Estado de Derecho.
Lo anteriormente planteado, permitirá la reconstrucción del tejido social, en donde prevalezca el bienestar para toda la población y en consecuencia, conduzca al desarrollo del país de manera plural.